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sábado, 11 de abril de 2009

La Iglesia De La Santa Muerte y la Secretaría de Gobernación (en inglés)

El siguiente texto es una transcripción tal cual de un fragmento del documento denominado: " The Death Cult of the Drug Lords Mexico’s Patron Saint of Crime, Criminals, and the Dispossessed " escrito por Kevin Freese, de la oficina de estudios militares extranjeros en Fort Leavenworth, KS. en los Estados Unidos de America.
El sitio web donde se aloja el documento original advierte que las opiniones vertidas en la publicación
FMSO son responsabilidad del autor y no representan necesariamente la politica y ni la posición oficial del Departamento de la Armada, ni del Departamento de Defensa, ni del Gobierno Norteamericano.

En este fragmento del texto se habla del registro que obtuvo la iglesia de la Santa Muerte y luego fue cancelada debido a las presiones de jerarcas católicos.

The Lord of the Rings

The Santa Muerte cult appears to have little, if any, official organization. However, one personality is at the forefront of the cult. Monsignor David Romo Guillén, 47, AKA the Lord of the Rings (El Señor de los Anillos) is the Archbishop and Primate of the so-called Mexican-U.S. Catholic Apostolic Traditional Church (Católica Apostólica Tradicional México-USA AKA la Iglesia Católica Tradicionalista Mex-USA). Romo is a married father of five and a veteran of the Mexican Air Force, in which he claims to have served as an administrator. He is also the self-professed leader and guardian of the Santa Muerte cult. Since 2002, he has been leading masses at the National Sanctuary of Santa Muerte, located at Bravo 35 in the in Venustian Carranza delegation. Romo now boasts an attendance of 200-300 parishioners, mostly youths, at each mass. Many of these youths dress up in costumes for the occasion.[72] The masses are held at midnight.[73]

“Approximately 80 or 90 people [visit] daily, coming with their families, alone, or with companions. Likewise, we have an attendance of 200 or 300 persons twice weekly,” states Romo.[77] He estimates that there are one million followers of Santa Muerte in Mexico.[78]

Romo is also an ardent defender of the cult. When José Guadalupe Martín Rábago, head of the Mexican Episcopal Conference (CEM) (Conferencia del Episcopado Mexicano), and Cardinal Norberto Rivera Carrera described the Santa Muerte Cult as Satanic, Romo filed a defamation complaint before the Public Ministry (Ministerio Público). Martín stated that he would request the Interior Secretariat (SEGOB) (Secretaría de Gobernación), headed by Interior Secretary (Secretario de Gobernación) Santiago Creel Miranda, to review the process of religious registration. Romo then stated that the devotion to Santa Muerte was not different from devotion to saints in other churches. He argued that Santa Muerte was a tool for evangelizing people in the marginalized sectors of society just as the Virgin of Guadalupe was a vehicle for converting Native Americans. At the time, SEGOB refused to intervene.[79]

In April 2005, however, despite a marches and protests by Santa Muerte adherents the previous month, SEGOB concluded in a 25-page resolution that the Santa Muerte Cult did not meet the qualifications for a religion and removed the Mexican-U.S. Catholic Apostolic Traditional Church from the list of recognized religions, citing theological doctrine dating back as far as the Council of Trent. Romo issued a call for Santa Muerte devotees to vote against Secretary Creel’s party, the National Action Party (PAN) (Partido Acción Nacional), and Creel himself in the 2006 Mexican Presidential Elections. Romo also began a series of meetings with Mexico City magistrates to promote social development and community service projects that would be undertaken by Santa Muerte adherents under the a new blanket organization, the National Association of Altars and Sanctuaries of Santa Muerte (Asociación Nacional de Altares y Santuarios de la Santa Muerte), which is effectively replacing the Mexican-U.S. Catholic Apostolic Traditional Church. The organization includes 100 of the 120 altars that display Santa Muerte in Mexico City.[80]

The irony in this conflict is that the very forces that initially sought to stamp out the cult seem to have had no effect on the numbers of people participating in it. However, the legal action has generated a large amount of press attention, which has offered legitimacy to Romo. Although there has been no historic guidance or central organization for the Santa Muerte cult, a sense of unity and order may be in the process of being established. Romo, who seems to have been little more than a leader of a local group, may become the effective leader.

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Figura de la "Santa Muerte" peregrina por la ciudad de México

Este es un artículo que ha publicado el diario Nacional "La Jornada", el sábado 11 de abril de 2009.

Fuente original : http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2009/04/11/el-esqueleto-de-la-santa-muerte-peregrina-por-la-ciudad-de-mexico

Mañana peregrinará para reclamar, paradójicamente, su derecho a la vida, después de que en el noreste del país México fueron derribados varios de sus altares.

Dpa
Publicado: 11/04/2009 11:52

México, DF. La figura de la "Santa Muerte", un esqueleto ataviado con una túnica blanca y una corona de princesa, rechazado por la Iglesia católica y por las autoridades mexicanas, ha salido a las calles de Ciudad de México a reclamar su derecho a existir en el culto popular y quizás en el de muchos narcotraficantes.

Lo hizo el Viernes Santo, igual que la semana anterior. Y volverá a peregrinar mañana para reclamar, paradójicamente, su derecho a la vida, después de que en el noreste de México fueron derribados varios de sus altares por el Ejército.

El autodenominado obispo David Romo Guillén, máximo dirigente de la "Iglesia Católica Tradicional México-USA" y unos cuantos feligreses con la "Santa Muerte" a cuestas la han emprendido contra todos o casi todos los poderes constituidos, comenzando por el que tiene su máxima sede en el Vaticano, al que le declararon "la guerra santa".

El motivo: la Iglesia católica no sólo no reconoce dicha iglesia ni la santidad del esqueleto, sino que abomina de ambos. Y el Estado, además de retirarle el registro hace unos años, acaba de destruir unos 36 santuarios de la "Flaca", como se la conoce popularmente, en el estado de Tamaulipas, identificándolos como lugares de culto de narcotraficantes.

"Por el contrario, algunos narcos son muy guadalupanos", dijo David Romo, refiriéndose a la Virgen de Guadalupe, uno de los máximos símbolos de identificación nacional, declarada reina de México y emperatriz de América por el papa Juan Pablo II.

El Viernes Santo, Romo aprovechó cada una de las paradas de la procesión desde el "Santuario Nacional del Ángel de la Santa Muerte", según se lee en lo alto de la fachada de una modesta y pequeña construcción ubicada en una barriada popular en el sureste de la capital, hasta la céntrica plaza del Zócalo para despotricar contra la jerarquía católica y el gobierno de Felipe Calderón.

"Hay un contubernio entre ambos contra nuestra iglesia por la amenaza que para sus privilegios representa nuestro crecimiento exponencial en todo el país", sostuvo.

En realidad, ni el enorme Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, ni la monumental Catedral metropolitana parecieron inmutarse ante el paso de Romo y sus ayudantes, el esqueleto sostenido en alto por cuatro portadores, una gran cruz de madera, un cartel que exigía "respeto a nuestra fe" y recordaba que "la Constitución ampara la libertad de culto". No más de un centenar de fieles, la mayoría descalzos y vestidos de negro.

Con antorchas, velas, figuras de la Santa Muerte y hasta un cráneo oscuro, casi negro, con frondosa cabellera y un cigarrillo en la boca, en la punta de un grueso bambú, caminaron con orden y en silencio, en un ambiente casi tan aburrido como la muerte misma.

Al final de un discurso de Romo por un "alto a la represión y a la discriminación", al pie del enorme asta de bandera en el centro del Zócalo estallaron en lemas como "se siente, se siente, la Flaca esta presente" y "que sí, que no, la Santa ya llegó".

"Son todos semi-analfabetos y delincuentes", afirmó una licenciada en enfermería que, junto a su esposo, vio el paso de la marcha.

Sin hacer caso a su variada composición social, la presencia de muchas familias, niños y jóvenes, se limitó a repetir una idea muy generalizada y no necesariamente cierta de que en el "Santuario de la Santa Muerte" encuentran refugio o consuelo espiritual toda clase de malhechores.

Es verdad que, según consta en el "Horario de Servicios", los viernes de cada semana están dedicados a los presos y que existe una oración exclusivamente para éstos.

Pero entre los que durante la mañana asistieron a una "misa" y en la tarde se congregaron para participar en la procesión hubo obreros, estudiantes y un buen porcentaje perteneciente a la clase media, a juzgar por sus automóviles y apariencia.